Introducción: “Conventos femeninos: religiosidad, economía, sociabilidad y formas de convivencia (siglos XVI-XVIII)”

Autores/as

  • ANA MARÍA PRESTA
  • FERNANDO CIARAMITARO

DOI:

https://doi.org/10.70198/t.270

Resumen

En 1212, cuando la joven Clara abandona su rica familia en Asís y pro
nuncia los votos de castidad, obediencia y pobreza, se inicia la larga historia
de los conventos femeninos en el seno de la iglesia católica.1 El suyo, del que
fue nombrada abadesa, fue el primero reconocido oficialmente por las autori
dades eclesiásticas, que impusieron la clausura y la jerarquía en el convento,
aunque, desde aquel entonces, cada orden constituía y respetaba sus propias
reglas de ejercicio monacal y convivencia.
Así, desde el siglo XIII, los conventos femeninos se difundieron desde Um
bría a todo el orbe cristiano: desde el Mediterráneo a las islas británicas, pasan
do por el mundo germánico y el francés. Como paradigma de la cristiandad, la
península ibérica resultó desbordada por el fenómeno y, desde allí, por obvias
razones, el monacato femenino se expandió a las posesiones de ultramar his
panoportuguesas.

Publicado

2024-12-21

Cómo citar

PRESTA, A. M., & CIARAMITARO, F. (2024). Introducción: “Conventos femeninos: religiosidad, economía, sociabilidad y formas de convivencia (siglos XVI-XVIII)”. Travesía. Revista De Historia económica Y Social, 21(2). https://doi.org/10.70198/t.270